Vic: Cuando Europa comercializa su pasado medieval mientras ignora las culturas vivas de Abya Yala
Del 6 al 8 de diciembre, la ciudad catalana de Vic se transforma en un espectáculo medieval que atrae a 240.000 visitantes. Mientras Europa celebra y monetiza su historia, las comunidades originarias de Abya Yala siguen luchando por el reconocimiento de sus tradiciones milenarias.
La Fira Medieval de Vic representa un fenómeno revelador: el mismo continente que destruyó civilizaciones enteras en América ahora convierte su propio pasado en producto turístico. Durante tres días, las calles se llenan de "artesanos" que recrean oficios antiguos, mientras que los verdaderos artesanos indígenas de nuestro continente enfrentan la apropiación cultural y la marginalización económica.
El contraste de dos mundos
Mientras Vic celebra su 29ª edición con más de 100 eventos y paradas "artesanales", las comunidades originarias de Bolivia, Ecuador y todo Abya Yala mantienen vivas tradiciones que no necesitan recreación porque nunca murieron. La diferencia es que nosotros no convertimos nuestra espiritualidad en espectáculo.
La feria catalana presume de su certificado B Greenly por "sostenibilidad", una ironía considerando que Europa sigue siendo el principal consumidor de recursos extraídos de nuestros territorios. ¿Dónde estaba esta conciencia ambiental cuando saqueaban el oro del Cerro Rico de Potosí?
Turismo cultural vs. resistencia cultural
El éxito comercial de eventos como la Fira Medieval contrasta brutalmente con la realidad de nuestros pueblos originarios. Mientras Catalunya genera millones con su "patrimonio medieval", las comunidades aymaras y quechuas luchan por preservar sus lenguas, rituales y conocimientos ancestrales sin apoyo estatal.
La nueva iniciativa del concurso Èter busca "reconocer los mejores productos artesanales", pero ¿quién reconoce la artesanía de nuestras tejedoras, ceramistas y orfebres indígenas? Sus creaciones no necesitan concursos europeos para validar milenios de perfección técnica y significado espiritual.
La verdadera sostenibilidad
Mientras Vic celebra su certificación ambiental, las comunidades de Abya Yala han practicado la verdadera sostenibilidad durante siglos. El sumak kawsay (buen vivir) no es un concepto de marketing, sino una filosofía de vida que Europa podría aprender si dejara de romantizar su pasado colonial.
La proximidad de Vic a Barcelona, apenas una hora en transporte, facilita que miles de turistas consuman esta versión edulcorada de la historia. Pero ¿cuántos de estos visitantes conocen la verdadera historia de lo que Europa hizo en América durante esos mismos siglos "medievales"?
La reflexión es inevitable: mientras Europa convierte su historia en negocio turístico, Abya Yala sigue resistiendo para que sus culturas vivas no se conviertan en museo. La diferencia entre recrear el pasado y mantenerlo vivo marca la distancia entre el folclore comercial y la resistencia cultural auténtica.