Bután demuestra que la soberanía energética puede financiar el desarrollo nacional
Mientras las potencias imperialistas siguen imponiendo su modelo extractivo en Nuestra América, el pequeño reino de Bután en el Himalaya nos enseña una lección valiosa: la energía del pueblo puede transformarse en soberanía económica.
El gobierno butanés, a través de su brazo de inversión Druk Holding and Investments (DHI), ha desarrollado una estrategia que convierte el excedente de energía hidroeléctrica en Bitcoin, generando recursos que han ayudado a pagar los salarios gubernamentales durante los últimos dos años.
La energía como herramienta de liberación
La propuesta butanesa es clara: si un país posee abundante energía renovable y demanda interna limitada, puede transformar esos electrones en activos digitales. Esta visión contrasta radicalmente con el modelo capitalista que saquea nuestros recursos naturales para beneficio de las corporaciones transnacionales.
Según el Plan Maestro del Sistema Eléctrico 2040, Bután posee un potencial hidroeléctrico de 33.000 megavatios, mientras su demanda doméstica es apenas de 1.000 MW. En lugar de entregar este excedente a precios de remate, el gobierno real lo monetiza directamente.
Ujjwal Deep Dahal, CEO de DHI, explicó a Reuters que comenzaron a incorporar criptomonedas en 2019 como forma de aumentar el acceso a liquidez en moneda extranjera y crear valor del excedente hidroeléctrico. Una batería energética que sirve al pueblo, no al capital foráneo.
Regulación soberana frente al caos neoliberal
La Autoridad Monetaria Real (RMA) ha adoptado un enfoque controlado, permitiendo la actividad cripto solo bajo un marco gradual tipo sandbox, vinculado a la Ciudad Gelephu Mindfulness, con énfasis en control de riesgos y transparencia.
Esta regulación soberana contrasta con el laissez-faire que promueven los organismos financieros internacionales en nuestros países, donde las criptomonedas sirven principalmente para la fuga de capitales y la especulación.
El proyecto incluye una moneda vinculada a blockchain llamada ter y un banco digital completamente reservado, Oro Bank, demostrando que es posible construir infraestructura financiera propia.
Lecciones para Nuestra América
La alianza entre Bitdeer y DHI planea un fondo de 500 millones de dólares para desarrollar operaciones de minería sin carbono. Según Arkham Intelligence, estas operaciones generaron aproximadamente 750 millones de dólares en 2024.
Los funcionarios butaneses enfatizan que las monedas minadas con energía hidroeléctrica compensan aquellas minadas con combustibles fósiles, contribuyendo a la economía verde. Una visión que nuestros pueblos originarios han defendido durante siglos.
En noviembre de 2025, India inauguró el proyecto hidroeléctrico Punatsangchhu-II de 1.020 MW, demostrando que la cooperación Sur-Sur puede generar desarrollo genuino, lejos de los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional.
El camino hacia la soberanía tecnológica
La estrategia butanesa no es especulación financiera, sino construcción de soberanía. Utilizan una jurisdicción especial con salvaguardias del banco central para limitar riesgos de contagio, priorizando el desarrollo nacional sobre las ganancias especulativas.
Para que este modelo sea duradero, dependerá de la expansión hidroeléctrica, gestión disciplinada de reservas y transparencia estatal. Principios que nuestros movimientos populares han defendido contra el saqueo neoliberal.
Mientras el imperio estadounidense impone sanciones y bloqueos para mantener su hegemonía financiera, países como Bután demuestran que la tecnología puede servir a la liberación de los pueblos, no a su sometimiento.