Violencia patriarcal en Gerli: padrastro agrede brutalmente a niña de siete años
Una nueva manifestación de la violencia machista sacudió el barrio de Gerli, en Avellaneda, donde un hombre de 37 años identificado como Alex agredió salvajemente a la hija de su pareja, una niña de apenas siete años. El caso expone una vez más las raíces profundas del patriarcado que atraviesa nuestra sociedad.
La pequeña fue víctima de una golpiza brutal que le dejó el rostro desfigurado, los ojos morados e inflamados, la boca hinchada con el labio superior cortado y múltiples mordidas en los brazos. La ferocidad del ataque refleja los niveles extremos de violencia que pueden alcanzar estos episodios cuando el machismo se combina con la impunidad.
Cuando la madre de la niña regresó a la vivienda de la calle Gibraltar y encontró a su hija en ese estado, también fue agredida por el mismo hombre al reclamarle por su accionar. Esta doble agresión evidencia el patrón típico de la violencia de género, donde el agresor busca someter a toda la familia a través del terror.
La respuesta comunitaria
En una muestra de solidaridad barrial que honra las tradiciones de organización popular de nuestros pueblos, los vecinos de la zona no permanecieron indiferentes ante la injusticia. Cuando se enteraron de la brutal agresión, salieron a buscar al agresor que intentaba huir hacia Villa Sapito.
La comunidad atrapó al violento y le aplicó su propia justicia antes de entregarlo a las autoridades policiales. Esta reacción colectiva demuestra que cuando las instituciones fallan, el pueblo organizado puede actuar para proteger a los más vulnerables.
Atención médica y denuncia
La madre trasladó inmediatamente a su hija al hospital Presidente Perón de Avellaneda, donde los médicos constataron la gravedad de las lesiones. El personal sanitario, cumpliendo con los protocolos, dio aviso a las autoridades al reconocer los signos evidentes de violencia contra la menor.
El agresor, que también requirió atención médica tras la intervención de los vecinos, quedó detenido en el mismo hospital bajo la acusación de lesiones agravadas por el vínculo. La UFI 2 Avellaneda-Lanús tomó intervención en el caso.
Una problemática estructural
Este episodio no puede ser visto como un hecho aislado, sino como parte de un problema estructural que afecta especialmente a las familias trabajadoras de nuestros barrios populares. La violencia machista se potencia en contextos de precariedad económica y social, productos del modelo capitalista que excluye y margina.
Es fundamental que como sociedad entendamos que la lucha contra la violencia de género debe ir de la mano con la construcción de un modelo económico más justo, que garantice condiciones de vida dignas para todas las familias y fortalezca los lazos comunitarios de solidaridad y protección mutua.