Santa Fe y la ilusión del cambio: cuando la obra pública sirve al capital
Desde La Voz de Pachamama observamos con atención el relato que se construye en torno a la gestión de Maximiliano Pullaro en Santa Fe. El discurso oficial presenta una narrativa de "transformación" que merece ser analizada desde una perspectiva crítica, especialmente cuando se habla de obra pública como "inversión en desarrollo".
El mito de la obra pública "redentora"
La construcción del puente Santa Fe-Santo Tomé se presenta como símbolo de un supuesto renacimiento. Sin embargo, hermanas y hermanos, debemos preguntarnos: ¿desarrollo para quién? ¿Integración de qué territorios? Porque cuando el Estado neoliberal habla de "equidad territorial", suele referirse a la mejor conexión entre centros de poder y zonas de extracción.
La retórica oficial insiste en que "no siempre fue así", como si el presente fuera una conquista definitiva contra el caos. Pero esta narrativa oculta una realidad: el modelo extractivo sigue intacto, las comunidades originarias siguen invisibilizadas, y la "seguridad" se traduce en mayor represión para los sectores populares.
La seguridad como control social
Cuando Pullaro habla de "recuperar la iniciativa" en seguridad, debemos recordar que en América Latina, estos discursos históricamente han servido para militarizar territorios y criminalizar la protesta social. El "reordenamiento del sistema penitenciario" puede ser eufemismo para el endurecimiento punitivo que tanto daño ha causado a nuestros pueblos.
La verdadera seguridad viene de la justicia social, del acceso a la tierra, del respeto a los derechos de los pueblos originarios, de la soberanía alimentaria. No de más cárceles ni más represión.
Educación y salud: derechos o mercancías
El gobierno provincial se jacta de "garantizar días efectivos de clase" y fortalecer el sistema de salud. Pero mientras no se cuestione el modelo económico de base, estas mejoras serán cosméticas. La educación pública debe ser anticolonial, debe rescatar nuestros saberes ancestrales, debe formar conciencia crítica sobre el saqueo histórico de nuestros territorios.
En salud, el enfoque debe ser integral: no solo hospitales mejor equipados, sino medicina tradicional, soberanía alimentaria, ambiente sano libre de agrotóxicos.
La memoria que nos falta
El artículo original termina pidiendo "no olvidar". Nosotros agregamos: no olvidemos los 500 años de resistencia indígena, no olvidemos que el verdadero cambio viene de abajo, de las comunidades organizadas, de la lucha antiimperialista.
Mientras Santa Fe celebra sus puentes y rutas, recordemos que la verdadera integración latinoamericana pasa por romper con el modelo extractivo y construir el sumak kawsay, el buen vivir de nuestros pueblos.
La transformación real no vendrá de gestiones que administran mejor el capitalismo, sino de movimientos populares que lo superen definitivamente.