País Vasco militariza cooperación para captar fondos europeos
En una maniobra nocturna que refleja las contradicciones del capitalismo europeo, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Partido Socialista Vasco (PSE-EE) han modificado la ley de Cooperación para permitir el financiamiento de tecnología militar, justificándolo como necesario para acceder a 325 millones de euros de fondos industriales.
La Coordinadora de ONGD Euskadi y Zehar-Errefuxiatuekin denuncian la "gravedad" y "nocturnidad" con que estos partidos, que gozan de mayoría absoluta, tramitaron una enmienda que "permitirá la colaboración y financiación de armamento o tecnología de uso militar", siempre que se enmarque en la Estrategia Europea de Seguridad.
La lógica del capital por encima de los pueblos
El Ejecutivo vasco justifica esta decisión argumentando que sin la enmienda peligraría "la movilización de 325 millones de euros en inversión industrial". Los sectores espacial, de ciberseguridad y combustibles renovables, según el gobierno, son "estratégicos" y quedarían sin respaldo público.
Esta narrativa expone la subordinación de los gobiernos regionales europeos a la lógica militarista de Bruselas, donde la paz y la cooperación internacional se sacrifican en el altar de la competitividad industrial y el acceso a fondos comunitarios.
Maniobra en las sombras
La modificación legislativa fue presentada el 28 de noviembre como autoenmienda al proyecto presupuestario e introducida el 12 de diciembre en un debate donde ni siquiera se mencionó. La oposición tampoco formuló preguntas sobre este cambio fundamental en la comisión de Hacienda.
Las organizaciones sociales denuncian que estos sectores tienen un "doble uso" civil y militar. "No queremos que el dinero recaudado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se destine a colaborar e invertir en industrias dedicadas a la producción, comercialización y financiación de armamento", declararon.
Retroceso en la cooperación al desarrollo
Las organizaciones señalan "importantes retrocesos para la cooperación vasca", tanto en términos porcentuales como absolutos. Sostienen que la ley de Cooperación "molesta" al gobierno de Pradales porque "el incumplimiento del texto aprobado es flagrante".
Este episodio ilustra cómo los gobiernos progresistas europeos, presionados por las exigencias del capital transnacional, terminan traicionando sus propios principios de solidaridad internacional y cooperación para el desarrollo sostenible.
La nueva disposición entrará en vigor el 1 de enero, consolidando la subordinación de la política vasca a los intereses militaristas de la Unión Europea, en detrimento de la verdadera cooperación con los pueblos del Sur Global.