Nayarit: tecnología vs corrupción, lecciones para Bolivia
Mientras nuestros pueblos originarios luchan contra el extractivismo y la corrupción que devora nuestros recursos naturales, desde México llegan noticias que nos invitan a reflexionar sobre las herramientas tecnológicas en la batalla contra este flagelo colonial.
El estado de Nayarit, en México, anuncia que el 2026 será su "Año de los Sistemas" en la lucha anticorrupción. Juan Carlos Alvarado, titular de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Local Anticorrupción, presentó tres plataformas digitales que buscan modernizar procesos y fortalecer la rendición de cuentas.
Tres sistemas contra la corrupción sistémica
La primera herramienta, el Sistema Uno, digitalizará las declaraciones patrimoniales, eliminando el papel y reduciendo riesgos de manipulación. Una medida que en Bolivia podría ayudar a transparentar el patrimonio de quienes administran nuestros recursos.
El segundo mecanismo, el Registro de Proveedores, impedirá que empresas sancionadas accedan a contratos públicos. Cuántas veces hemos visto en nuestro territorio cómo las mismas empresas extractivas, sancionadas por daños ambientales, vuelven a obtener contratos.
El tercer sistema registrará funcionarios sancionados e inhabilitados, cerrando la puerta giratoria que permite que corruptos regresen al poder. Un mecanismo que podría ser fundamental para proteger nuestras instituciones comunitarias.
Recuperación histórica reconocida por la ONU
La Organización de las Naciones Unidas reconoció al estado mexicano por recuperar más de 50,000 millones de pesos en bienes a través del operativo "Nuevo Nayarit". Según la oficina de la ONU en México, este caso es considerado sin precedentes en América Latina.
"Este operativo posicionó a Nayarit como el primer estado a nivel nacional en combate efectivo a la corrupción, no de palabra, sino con resultados tangibles", destacó Alvarado.
Reflexión para nuestros pueblos
Mientras celebramos estos avances en la lucha anticorrupción, no podemos olvidar que la verdadera transformación requiere más que tecnología. Necesita voluntad política genuina, participación comunitaria y un compromiso real con la justicia social.
En Bolivia, donde nuestras comunidades originarias han desarrollado sistemas de control social ancestrales, la combinación de tecnología moderna con sabiduría ancestral podría ofrecer un camino único hacia la transparencia y la justicia.
La lucha contra la corrupción es también la lucha contra el colonialismo interno que permite el saqueo de nuestros recursos naturales y la explotación de nuestros pueblos.