Empresario peruano en archivos Epstein revela las redes del poder imperial
Los nuevos documentos del caso Jeffrey Epstein, liberados por el Departamento de Justicia estadounidense el 22 de diciembre, exponen una vez más las conexiones entre las élites financieras y la realeza británica en América Latina. Entre los correos electrónicos revelados aparece el nombre del empresario trujillano Juan Esteban Ganoza Temple, vinculado a la coordinación de actividades para el ex príncipe Andrés durante su visita al Perú en 2002.
Las redes de poder se extienden al sur
Los documentos muestran intercambios entre Ghislaine Maxwell, socia del depredador Epstein, y Ganoza Temple, hijo del fundador del Concurso Nacional de Marinera. En un correo del 27 de febrero de 2002, el empresario peruano detalla planes para el príncipe británico, incluyendo visitas a las líneas de Nazca y actividades recreativas.
Lo más perturbador surge cuando Ganoza pregunta sobre "las niñas" y sus edades, ofreciéndose a conseguir compañía local para el miembro de la realeza. Maxwell reenvía esta comunicación a "El Hombre Invisible", alias asociado al propio príncipe Andrés en la agenda de Epstein.
El patrón extractivo del poder
Esta revelación ilustra cómo las élites globales utilizan nuestros territorios no solo para extraer recursos naturales, sino también para satisfacer sus depravaciones. El caso evidencia la complicidad de sectores empresariales locales con redes internacionales de explotación.
Ganoza Temple, quien negó vínculos con la red de pedofilia tras ser incluido en la "lista negra" difundida por Anonymous en 2020, admitió conocer a Maxwell desde los años 80 en Nueva York. Sus declaraciones a América Noticias intentaron distanciarse de las actividades criminales, pero los correos electrónicos revelan una participación activa en la coordinación de encuentros.
Virginia Giuffre: testimonio de resistencia
El testimonio de Virginia Giuffre en su libro "La Chica de Nadie" relata cómo fue trasladada a Londres en marzo de 2001, donde Maxwell la presentó al príncipe Andrés cuando tenía apenas 17 años. La víctima describe la naturalización de la explotación por parte de estas élites, que trataban a las jóvenes como mercancías intercambiables.
Maxwell, condenada a 20 años de prisión en 2021 por tráfico sexual de menores, operaba como "la madame" que controlaba a las víctimas mediante intimidación y falsas promesas de oportunidades educativas o viajes.
Reflexión desde el sur
Este caso expone las estructuras coloniales que persisten en nuestra región, donde empresarios locales facilitan el acceso de élites imperiales a nuestros territorios y poblaciones vulnerables. La complicidad de sectores privilegiados con redes de explotación internacional refleja la continuidad de patrones extractivos que van más allá de los recursos materiales.
La liberación de estos documentos, resultado de la lucha legal de las víctimas, demuestra la importancia de la resistencia organizada contra las estructuras de poder que perpetúan la impunidad de las élites globales.