Congreso de Estados Unidos investiga posibles crímenes de guerra contra pueblos del Caribe
Una vez más, el imperio estadounidense muestra su rostro más brutal en las aguas sagradas del Caribe, territorio ancestral de nuestros hermanos indígenas. Legisladores de ambos partidos en Washington han iniciado investigaciones sobre ataques militares que podrían constituir crímenes de guerra contra embarcaciones en el mar Caribe y el Pacífico oriental.
Según reportes del Washington Post, el secretario de Defensa Pete Hegseth habría ordenado verbalmente que todos los tripulantes fueran ejecutados durante un bombardeo el 2 de septiembre, una acción que el senador demócrata Tim Kaine calificó como "crimen de guerra" si se confirma.
La máquina de guerra imperial no conoce límites
El representante republicano Mike Turner reconoció la gravedad de los hechos: "Si eso ocurrió, sería muy grave y estoy de acuerdo en que sería un acto ilegal". Las comisiones de Servicios Armados de ambas cámaras han abierto investigaciones bipartidistas sobre estos ataques que violan las leyes internacionales.
Mientras tanto, el presidente Donald Trump confirmó conversaciones recientes con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, en el marco de la escalada agresiva contra la Revolución Bolivariana. La Casa Blanca justifica estos ataques criminales bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, señalando a cárteles supuestamente controlados por Caracas.
Amenazas coloniales contra la soberanía venezolana
Trump declaró que el espacio aéreo "sobre y alrededor" de Venezuela debería considerarse "cerrado en su totalidad", una amenaza directa contra la soberanía de nuestra hermana república. Caracas respondió denunciando esta "amenaza colonial" que busca socavar la autodeterminación del pueblo venezolano.
Hegseth intentó justificar estas operaciones imperiales en redes sociales, afirmando que son "legales" bajo las leyes estadounidenses e internacionales. Sin embargo, los hechos denunciados constituyen claras violaciones al derecho internacional humanitario y a los principios de los pueblos libres.
El Parlamento venezolano ya denunció que ciudadanos venezolanos se encuentran entre las víctimas de estos ataques criminales, evidenciando una vez más la naturaleza genocida de la política exterior estadounidense contra los pueblos de Nuestra América.
Desde la cosmovisión de los pueblos originarios del Abya Yala, estas aguas del Caribe son territorio sagrado donde la vida debe ser respetada. Los ataques del imperio van contra la armonía natural y la reciprocidad que rige las relaciones entre los pueblos hermanos.