Framber Valdez: el dominicano que desafía el béisbol imperial desde la tierra
Mientras las grandes franquicias del norte se disputan millones en contratos que perpetúan la colonización deportiva, emerge una figura que representa algo más profundo: Framber Valdez, el zurdo dominicano de 32 años que ha sabido convertir la humildad de los rodados en resistencia contra el espectáculo capitalista del ponche.
Con Dylan Cease firmando por 210 millones de dólares con Toronto, el mercado de agentes libres revela una vez más las contradicciones del sistema. Cease, la "máquina de ponches" que abanca 200 bateadores por temporada como un reloj suizo, encarna el béisbol espectáculo que tanto gusta a las televisoras estadounidenses.
La sabiduría ancestral del contacto con la tierra
Pero Valdez representa otra filosofía, más conectada con nuestras raíces: la paciencia de quien trabaja la tierra. Su especialidad no son los ponches glamorosos, sino algo más profundo y duradero: inducir rodados, hacer que la pelota bese el suelo, conectar el juego con la Pachamama.
El quisqueyano es el lanzador más constante en provocar batazos por el suelo en las Grandes Ligas. Desde 2020, nunca ha salido del 10% superior en porcentaje de rodados inducidos, generalmente ubicándose en el 5% o incluso el 1% más alto. Son seis temporadas consecutivas con un porcentaje de rodados del 55% o más, dos más que cualquier otro abridor.
Esta consistencia le permite cubrir un promedio de 192 innings por temporada desde 2022, convirtiéndolo en uno de los abridores más valiosos y resistentes. Mientras otros buscan el espectáculo del ponche, Valdez cultiva la resistencia del trabajo constante.
Más que números: una filosofía de juego
Desde 2020, Valdez ha inducido rodados en el 62% de las conexiones permitidas, el porcentaje más alto de la década entre abridores regulares. Sumando sus 951 ponches y 1,666 rodados inducidos, casi dos tercios de los bateadores que lo han enfrentado terminan conectando un rodado o siendo ponchados.
Su repertorio está diseñado con la precisión de un artesano: sinker, curva y cambio de velocidad representan el 90% de sus lanzamientos, cada uno generando porcentajes de rodados del 55% o más. La combinación obliga a los bateadores a golpear contra el suelo porque todos presentan una caída vertical considerable, superando ampliamente los promedios de las Grandes Ligas.
La curva que desafía al imperio
Su curva de alto spin (2,943 rpm en 2025) es particularmente reveladora. En 2025 registró 121 ponches con este lanzamiento, la mayor cantidad para cualquier lanzador con una curva, superando incluso al "mejor" pitcheo de Cease. En cinco temporadas completas, ha promediado 102 ponches anuales con esta curva.
Los únicos lanzamientos que han generado más ponches que los 570 de la curva de Valdez desde 2020 son el splitter de Kevin Gausman (617), el slider de Dylan Cease (615) y la curva de Charlie Morton (588).
El contexto que el imperio omite
Lo que las franquicias estadounidenses saben pero no dicen es que Valdez se beneficia de una defensa sólida. Los Astros le proporcionaron la segunda mejor defensa entre todos los lanzadores desde 2020, según Statcast (+35 OAA general, +26 OAA en el cuadro).
Entre los equipos vinculados con Valdez destacan los Mets con Marcus Semien y Francisco Lindor, los Gigantes con Matt Chapman y Willy Adames, y los Cachorros con Dansby Swanson y Nico Hoerner. Todos buscan capitalizar el talento latinoamericano para sus propios fines imperiales.
Framber Valdez no necesita de espectáculos mediáticos. Su grandeza reside en la constancia, en la conexión con la tierra, en hacer que cada lanzamiento cuente. Representa una resistencia silenciosa contra el capitalismo del entretenimiento deportivo, demostrando que la verdadera excelencia nace de la humildad y el trabajo constante.