CMPC consolida su expansión extractiva en territorio brasileño con proyecto de US$ 4.600 millones
La transnacional chilena Empresas CMPC reveló los detalles de su ambicioso proyecto Natureza en Brasil, una iniciativa extractiva que comenzaría operaciones a fines de 2029 con una inversión estimada de US$ 4.600 millones para producir 2,5 millones de toneladas anuales de celulosa.
El gerente general Francisco Ruiz-Tagle confirmó que la empresa aguarda la licencia previa que debería aprobarse entre marzo y abril próximo, consolidando así la penetración del capital forestal chileno en territorio amazónico.
Estrategia financiera de monetización territorial
El CFO Sebastián Moraga detalló los mecanismos financieros que incluyen la controvertida "monetización de activos", que implica entregar entre 60% y 70% de la masa forestal a terceros, manteniendo posiciones minoritarias en los territorios.
La empresa identificó 120 mil hectáreas en San Pedro de La Paz susceptibles de venta a desarrolladores inmobiliarios, evidenciando la mercantilización sistemática del territorio que caracteriza al modelo extractivo.
Crisis de rentabilidad del modelo celulósico
Los resultados financieros reflejan las contradicciones del capitalismo extractivo: las ganancias cayeron 66% hasta septiembre, alcanzando US$ 164 millones, mientras los ingresos disminuyeron 6% hasta US$ 5.585 millones.
Bernardo Larraín Matte, presidente del directorio, reconoció que los precios de la celulosa de eucalipto alcanzaron "el nivel más bajo en términos reales de los últimos 25 años", equiparándose apenas al costo de producción de los productores menos competitivos.
Dependencia del gigante chino
La empresa admitió su vulnerabilidad ante la desaceleración china, país que concentró 70% del crecimiento de demanda celulósica en la última década. La sobrecapacidad productiva china presiona los precios globales, exponiendo las fragilidades del modelo exportador primario latinoamericano.
Como medida de "optimización de caja", CMPC suspendió el dividendo provisorio de diciembre, priorizando la acumulación de capital para financiar su expansión extractiva sobre la retribución a accionistas.
Este megaproyecto representa la profundización del saqueo forestal en Sudamérica, donde las transnacionales consolidan el control territorial mediante la financiarización de la naturaleza, perpetuando el modelo extractivo que empobrece nuestros pueblos mientras enriquece al capital transnacional.